València a Sueca por el Parque Natural de la Albufera
4 de Diciembre de 2020Esta ruta conecta dos núcleos urbanos históricos, arranca desde el barrio del Carmen en Valencia y acaba en Sueca con las imponentes casas modernistas y el museo del chocolate. La ruta empieza y acaba en estaciones de tren conectadas por la red de cercanías. Renfe admite el transporte de bicis en los trenes de cercanías y últimamente está incorporando facilidades como vagones especiales y ganchos para colgar la bici.
Ciudad Vieja
La aventura empieza en la Estación del Norte, un ejemplo arquitectónico del modernismo valenciano de principios del s.XX, vale la pena pararse un poco y contemplarla, ni que sea darle un breve repaso visual.
Las primeras pedaladas siguen el carril bici de la calle Xàtiva en dirección a la Plaza de San Agustín. Siguiendo la ruta marcada se puede disfrutar del encanto del centro histórico de la ciudad y de su barrio más popular y bullicioso, el Carmen. Recientmente se han descubierto en el barrio los restos de un antiguo patio mudéjar del s.XIII. Al cruzarlo se llega a las Puertas de Serrano, se tienen que cruzar pensando que este hecho significaba antiguamente abandonar la ciudad amurallada y que tal vez si no se volvia a tiempo uno se podía quedar afuera, en la lluna de València.
Jardin del Turia
Las siguientes pedaladas discurren por el cauce de un río seco transformado en uno de los parques urbanos más extensos de Europa, más que el de capitales como Madrid o París. El río se encuentra siempre lleno de vida, lleno de gente haciendo mil historias diferentes con tal de desconectar de la histeria de la ciudad. Uno siempre sale con buenas vibraciones de allí.
La Punta
Pegada a la ciudad se encuentra la pedanía de La Punta, auténtico territorio de huerta en constante lucha por la amenaza de la expansión del puerto. Varios artistas urbanos han pintado sus muros y sus casas en soporte a su supervivencia. Hay lechugas.
Parque Natural de la Albufera
Siguiendo el track se cruza el nuevo cauce del río Turia y se llega a Pinedo y al mar. Los siguientes 11km hasta el mirador de la Albufera son todos de carril bici bordeando la playa y entremedio de la pinada. Ideales para relajarse y mantener una buena conversación a pedales o desconectar y meditar. En el pueblo de El Saler se puede aprovechar para tomar alguna cosa.
Mirador de la Albufera
Seguidamente es recomendable parar en el mirador de la Albufera ya que ofrece una vista panorámica única del lago valenciano más famoso. A última hora del día se acumula la gente que quiere sacar fotos del sol poniéndose sobre el lago.
El siguiente tramo de 5km hasta llegar al pueblo de El Palmar habrá que ir un poco más alerta con el tráfico ya que se trata de carretera. Si no se ha parado en El Saler, sí es recomendable parar en El Palmar para tomar algo y coger un poco de energías para afrontar la segunda parte de la ruta.
La Marjal
La marjal presenta un aspecto diferente dependiendo de la época del año por el ciclo de los arrozales. Rodar en el periodo de inundación por los estrechos caminos en medio de los campos inundados, es como rodar por una carretera marina. En verano, el agua deja paso a un extenso manto verde de arroz a punto de cosecha, el mismo arroz que ocupa las mesas y las barrigas de la mayoría de familias valencianas los domingos.
Montaña de los Santos y Ullal de Baldoví
No se debe dejar pasar la oportunidad de visitar el Ullal de Baldoví, un manantial de agua subterránea de excelente calidad donde han sobrevivido especies de fauna y flora prácticamente desaparecidas. Junto al manantial se encuentra con la Muntanyeta dels Sants, un enclave único, ya que es uno de los dos resaltes montañosos en todo el Parque Natural ofreciendo unas vistas elevadas privilegiadas. Arriba de la colina hay una ermita, y en la base múltiples cuevas pequeñas que se excavaron para construir los caminos, muros y casas de los alrededores durante la guerra.
Sueca
Para finalizar la ruta se llega a Sueca, la capital de la Ribera Baja y quizás, según algunas teorías, lugar de origen de la paella valenciana. Siguiendo el track, se visita el centro del pueblo y hay ocasión de visitar el museo del chocolate y comprar una recompensa por el esfuerzo del día. En la misma calle del museo es posible contemplar las imponentes fachadas de las casas modernistas de Joan Fuster y Pascual Fos. La ruta termina en la estación de tren donde salen trenes regularmente en hacia Valencia o Gandía.